segunda-feira, 9 de fevereiro de 2009

Gérard Mortier



De malas aviadas para Madrid, onde irá dirigir o Real, Mortier prossegue a sua cruzada iconoclasta. Desta feita, ao El Pais, o belga dixit:

«¿La ópera es eso? ¿Luz? ¿Qué puede enseñarnos la ópera en estos tiempos? Yo creo que vivimos en una época en laque las relaciones no son excitantes por ausencia de contacto físico. Se hacen principalmente por Internet, virtuales. La gente se relaciona en clubes en los que nunca se ve. Pero sabemos que la amistad consiste en apretarse las manos primero y luego mirarse a los ojos. Los grandes sentimientos se han convertido en algo virtual, como el dinero. ¿Existe todo el dinero que tenemos? ¿Y estos sentimientos los experimentamos? Necesitamos el contacto físico. Por eso la ópera, mediante el canto que es la expresión del alma, puede devolvernos el poder de una sensibilidad perdida. El poder de la pasión, la excitación de los violines. Cada cantante es Orfeo, el símbolo mitológico, preparado para pasar a la otra dimensión para recuperar a Eurídice. Atraviesa el río de la muerte para conseguirla de nuevo. Es un viaje transgresor, y la ópera, si es buena, debe ser siempre transgresora. Te trasladas a otro mundo, y esa provocación tiene hoy más sentido que nunca. Me da miedo el mundo virtual. No tocar a tus amigos, no pelearte con ellos, no reír.»

2 comentários:

Anónimo disse...

Magnífico! Real! A condiçao dos tempos modernos! Que se "lixe" a modernidade!

Anónimo disse...

Não sou grande fã de Gerard Mortier,e mesmo assim há aqui afirmações no seu statement (Ópera iconoclasta, Ópera trangressora) que não estou bem 100% de acordo... depende também do que nos é dado a ver numa encenação, porque há aí cada iconoclastia... que Deus nos valha!!! :-(((
Mas quanto ao resto... BINGO! Mr. Mortier. :-) :-)
All the best.
LG