Em tempos, dei conta do trabalho de Bieito, a partir de O Navio Fantasma, cuja encenação preparava.
Agora, cabe-me dar conta da reacção à estreia desta nova produção, que teve lugar em Estugarda:
«La sombra de una mujer tras una cristalera opaca. Trata de huir en vano. Un hombre se le acerca y la besa. Luego la abofetea y la quema con un cigarrillo encendido. Ella pide socorro: "Rotte mich" (sálvame), escribe en los cristales. Nadie le hace caso. Todo sucede mientras la obertura de El holandés errante, dirigida por el italo español Enrique Mazzola, suena en el foso de la Ópera de Stuttgart. Se alza la cristalera y en el escenario se ve un bote hinchable repleto de ejecutivos con traje, corbata y cartera en mano navegando a la deriva en el proceloso mar del siglo XXI: seres desechados por la sociedad, alienados, que han perdido el rumbo y están desesperados. Así es cómo el director de escena español Calixto Bieito ve la ópera de Wagner. Su primera incursión en una obra del compositor alemán, que en su estreno anteanoche convocó en Stuttgart a 120 periodistas y críticos de todo el mundo, se ve lastrada por su falta de sintonía con la obra.»
Verdadeiramente, não se pode falar de entusiasmo...
Agora, cabe-me dar conta da reacção à estreia desta nova produção, que teve lugar em Estugarda:
«La sombra de una mujer tras una cristalera opaca. Trata de huir en vano. Un hombre se le acerca y la besa. Luego la abofetea y la quema con un cigarrillo encendido. Ella pide socorro: "Rotte mich" (sálvame), escribe en los cristales. Nadie le hace caso. Todo sucede mientras la obertura de El holandés errante, dirigida por el italo español Enrique Mazzola, suena en el foso de la Ópera de Stuttgart. Se alza la cristalera y en el escenario se ve un bote hinchable repleto de ejecutivos con traje, corbata y cartera en mano navegando a la deriva en el proceloso mar del siglo XXI: seres desechados por la sociedad, alienados, que han perdido el rumbo y están desesperados. Así es cómo el director de escena español Calixto Bieito ve la ópera de Wagner. Su primera incursión en una obra del compositor alemán, que en su estreno anteanoche convocó en Stuttgart a 120 periodistas y críticos de todo el mundo, se ve lastrada por su falta de sintonía con la obra.»
Verdadeiramente, não se pode falar de entusiasmo...
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